¿Cuál es la mejor forma
de solucionar un conflicto?
Roberth Puertas Ruiz, Dr.
En
mi anterior artículo comenté que existen varias formas de solucionar un
conflicto, a saber: evitándolo, regateándolo, acomodándose, compitiendo o
colaborando. Todas estas formas tienen pros y contras; por lo tanto, no hay una
mejor forma per se, sino una adecuada
para cada conflicto y ello dependerá del objeto del conflicto y de las partes
involucradas, ya que no es lo mismo un conflicto causado por una percepción
equivocada o por una necesidad insatisfecha o un conflicto con el jefe o con la
esposa o los hijos.
El
escoger la mejor forma de resolverlo resulta ser un tema estratégico que merece
la pena unos minutos de reflexión. Por
lo general, tendemos a evitar el conflicto cuando vamos a invertir más de lo
que vamos a obtener o sabemos de entrada que es una causa perdida; en
definitiva, cuando nuestra posición es débil. Asimismo, nos acomodamos cuando
tenemos la certidumbre que tenemos más en la situación actual de lo que
obtendríamos en otra posible futura, para lo cual realizamos un juicio de valor
entre lo tenemos y lo que podemos ganar en el conflicto. En ocasiones
regateamos cuando comprendemos que las dos partes tenemos un poder parecido y
se busca soluciones rápidas o cuando la costumbre lo impone; en cualquier caso
deberá tenerse en cuenta que la solución del conflicto estará siempre próxima a
la mitad entre lo pedido y lo ofrecido. Colaboramos cuando estamos realmente
interesados en buscar acuerdos que satisfagan las necesidades de los
involucrados en el conflicto, independientemente del tema a resolver y de las
personas involucradas, lo que requiere un firme convencimiento de que la única
solución es que las dos partes ganen. Finalmente, competimos cuando creemos que
nuestra posición es fuerte y estamos seguros de imponer nuestra voluntad; sin
embargo recuerde que siempre habrá un ganador y un perdedor que seguramente
buscará la revancha en cuando tenga su oportunidad.
La
forma de solución de conflictos que utilicemos deberá ser adecuadamente valorada
antes de su uso, a fin de que el resultado del conflicto sea fruto de la
gestión consciente y responsable de las partes involucradas. En su próximo
conflicto pregúntese ¿cuál elegirá usted y por qué?.